Este viaje comenzó el día del festival de eurovisión de 2008, con el famoso chikilicuatre.
Ese día será dificil de olvidar para nosotros. Empezó con
una maravillosa sesión de spa y terminó bailando en el peñón.
Cuando pensaba que ya todas las sorpresas habían acabado,
vino la mejor: 4 noches de hotel en la jaima de “la joya del cabo de gata” en
Agua Amarga, con los billetes de avión. Sólo teníamos que elegir cuándo. Las
fechas elegidas fueron del 19 al 23 de septiembre.
El viernes 19, teniamos el vuelo con Spanair a las 7 de la
mañana. Bilbao-Madrid-Almería. Allí habíamos reservado un coche para alquilar
con SolMar, a través de la página http://www.alquiler-coches-baratos.com/.
Un seat Ibiza.
Nos vamos hacia el cortijo, y dejamos las cosas en la jaima.
http://www.lajoyadecabodegata.com/
Como su nombre indica, es una casita de tela, con una pequña
cocina y un porche donde poder desayunar. El desayuno lo traen cada mañana a la
habitación cuando les llamas por teléfono. No hay servicio de habitaciones, así
que la cama la hacemos nosotros. Junto con las toallas, dejan una especie de
chilaba blanca supercomoda, que nos la ponemos para desayunar. El desayuno está
muy bueno, con pan, mermelada, mantequilla, bizcocho, café, fruta, zumo, queso,
tomate… El día que llegas, te da un papel para que rellenes las preferencias a
la hora del desayuno.
La jaima está muy bien, aunque es más sencilla de lo que
imaginábamos. Si hace viento, se nota bastante, de hecho, una de las noches nos
despertamos a las 3 de la mañana y parecía que ibamos a salir volando del
ruido.
También hay piscina y un jacuzzi exterior, que utilizamos
por las mañanas antes de irnos.
Dejamos las cosas y nos vamos a la playa. El GPS nos lía una
de las suyas y tardamos casi 2 horas en ir a alguna playa. La verdad que el
resto de días lo dejamos en la habitación y nos guiamos con el mapa que nos dan
en el hotel.
Vamso a la playa de El playazo de Rodalquilar. Es una playa
y tranquila, aunque claro, es lunes. Seguramente en fin de semana haya más
gente.
Luego nos vamos a cenar a Carboneras a “El chiringuito El
Mariano”. Pedimos 3 raciones que son enormes, verduras a la plancha, salmonetes
y puntillas. 30 euros.
El sábado nos vamos a la playa de Mónsul en San José. Esta
es la playa que más me gusta de todas las que visitamos. Se llega con el coche
por un camino de tierra. En verano, no se puede ir con el coche, hay que
dejarlo y coger un autobús, pero como es temporada baja, dejan lelgar hasta el
final.Al llegar hay bastante gente, pero yendo hacia la izquierda por las
rocas, hay más calitas y vamos a una pequeña en la que sólo hay otras dos
parejas. Un lujo.
Por la tarde nos vamos a dar uan vuelta a Mojácar pueblo.
Está a unos 50 km, pero la carretera es bastante mala. El pueblo es muy bonito.
A cenar vamos a Mojácar playa, que tiene más sitios. Cenamos en Babel, en Avda.
Mediterráneo s/n. Pedimos foie, ensalada y calamres, con una botella de vino 45
€. Los que lo llsvan son muy simpáticos.
El domingo nos vamos a la playa de los Muertos en
Carboneras. Se deja el coche y hay que bajar por un camino unos 15 minutos, que
al subir se hacen un poco duros. Aquí la arena es de pequeás piedras y el mar
está más movido, no es la tranquilidad de las otras playas.La playa es bonita,
pero son mejores las otras.
Por la tarde nos vamos a Níjar que son fiestas y cenamos en
La Glorieta, un restaurante que está en la plaza. Pedimos racioens de
salchichas al vino, boquerones y calamares. Total 27 euros. Primero nos
habiamos pedido un par de cañas y nos sacan unas tapas enormes. De todas
formas, nos está pareciendo en general, más caro de lo que pensábamos.
El lunes nos vamos a la playa de Los Genoveses, al lado de
Mónsul, preciosa también y de arena muy fina..
A cenar, nos vamos a Carboneras a El Pescador un pequeño
restaurante en el que sólo sirven pescado. Lo que pescan por la mañana, es lo
que se come, así que se puede elegir entre lo que hay. Comemos salmonetes y
galanes fritos, buenísimos. 45 euros.
El martes, sale lloviendo, así que no hay playa. De todas
formas, nos vamos hasta Cala El plomo, para verla. Para llegar hay que ir con
el coche, por un caminucho muy malo. La playa, no nos parece gran cosa. No
merece la pena, pegarle ese tute al coche, para esa playa.
Nos vamos a San José a comer el La Cueva de Antonio, en el
paseo marítimo. Elegimos un arroz caldoso, que está delicioso. Casi 30 euros.
De aquí al aeropuerto
y fin del viaje.
Un escapada maravillosa, gracias a los que la habéis hecho
posible.